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Es fundamental hacer un buen rodaje tanto a los motores nuevos como a los motores antiguos que han sido reconstruidos nuevamente, veamos por qué.

La función del rodaje es acoplar lo más perfectamente posible las piezas en movimiento del motor (pistones, segmentos, etc) con las restantes piezas que permanecen estáticas, sin movimiento alguno, como son los cilindros del motor.
Pues bien, aunque los cilindros del motor tienen su superficie aparentemente lisa al tacto, si los aumentamos 30.000 veces por medio del microscopio electrónico, observamos que la superficie de los cilindros es lo más parecido a una cordillera de montañas, llena de altas crestas y de hondos valles.

La función del rodaje es pulir esas superficies aparentemente lisas pero que realmente no lo son, rebajando el metal de las crestas llevándolo a los valles, para acoplar esas piezas entre sí lo más perfectamente posible.

Fácilmente se comprenderá que durante el rodaje de esos primeros miles de kilómetros recorridos, las fricciones internas que soporta el motor son altísimas y de ahí que su lubricación adquiera un papel fundamental.
Actualmente en la práctica la totalidad de los motores de la gama alta (BMW, Mercedes, Ferrari, Porche, etc), así como también de los motores de competición y de alta competición (Fórmula I y III), se utilizan pistones y segmentos recubiertos en su totalidad por una resina a la que se le ha añadido una fina capa de grafito, un súper lubricante sólido y estable, capaz de soportar grandísimas presiones de trabajo (+25 Kgrs/cm2) y altísimas temperaturas de funcionamiento (+2.000º) y de proporcionar al motor un rodaje mucho más perfecto que el que proporciona cualquier otro lubricante líquido convencional, incluso de la mejor calidad.

El grafito coloidal (finamente molido) añadido a los mejores aceites de base convencionales de motor proporciona al aceite utilizado unas inmejorables propiedades y unas grandes ventajas en el funcionamiento del motor:
Facilita el arranque del motor en frío (causante del 80% del desgaste del motor). Forma una película altamente protectora de grafito sobre las superficies de contacto del motor sometidas a grandes fricciones, protegiendo el motor incluso después de la ruptura de la película de aceite. Disminuye la fricción interna del motor (-60%). Alarga la duración de la vida del motor (+200%).
Gracias a la acción súper lubricante y altamente protectora del grafito las fricciones internas que soporta el motor durante el rodaje se reducen de forma espectacular (-60%). Al mismo tiempo el acoplado de las piezas del motor se realiza de una forma mucho más suave y también mucho más perfecta debido a la espectacular disminución de la abrasión (a menor fricción, menor abrasión), proporcionándose una espectacular mejora en el rodaje del motor lo que redunda en un aumento de la duración de la vida del motor.

Por eso es fundamental utilizar aceites con grafito o aditivos con grafito durante el rodaje de los motores nuevos y de los motores reconstruidos.
Los aceites de motor Marly Black Gold se caracterizan porque son de color negro, pues contienen grafito, un súper lubricante sólido y estable que proporciona al motor una lubricación mucho más perfecta que la que proporcionan los mejores lubricantes líquidos convencionales.

Los aceites Marly Black Gold con grafito son únicos porque combinan la excepcional calidad de los mejores aceites líquidos convencionales, con las reconocidas ventajas del grafito, lo que proporciona al motor una inmejorable lubricación y un aumento de la duración de la vida del motor.
Por último añadiremos que la duración del rodaje de los motores lo determina el fabricante pero que, en general, oscila entre los 4.000 a los 7.500 primeros kilómetros recorridos por el motor de un vehículo.
 
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